La navidad...

La navidad, esa epoca maravillosa del año, llena de magia de luces de gente comprando cosas, de niños que señalan escaparates y padres que sonrien nerviosos porque LA CRISIS ACECHA.
Unos jovenes que saltan contentos al ver todos los juguetes.
Unos chicos que le piden a su padre si se pueden fotografiar con Papa Noel o los Reyes Magos.
Sonrien.
Los padres inventan artimañas para que al menos durante su edad de infancia no se pierda esa magia.
Del niño que no duerme durante el día de reyes, pero tampoco sale de su cuarto porque sino nunca vendran o lo dejaran sin regalos.
Esa campanita que sonaba cada vez que venía Papa Noel.
Todos los primos metiditos en una habitación esperando que sonara esa campanita mientras  cantabamos villancicos.
Cuando sonaba la campana corriamos riendo, muy nerviosos hacía el salón donde Papa Noel había dejado los regalos.
Normlamente las campanitas se acompañaban de un "Corred, ha vendio Papa Noel rapido"
Incluso alguna vez nos parecio ver los renos del carro, o huellas de los mismos o un cascabel que probablemente había de ser del gorro de Papa Noel.
Que emoción.
Allí estaban todos los regalos. Cada grupo de regalos con el nombre de la persona a la que pertenecian.
Recurdo que siempre había que esperar al momento foto que niguno soportabamos porque lo único que queriamos era abrir los regalos.
Los padres se abrazaban mientras nosotros mirabamos y jugeteabamos con los regalos.
Se abrazaban realmente felices y alguna vez incluso se les escapó una lagrimita.
A nosotros nos cojian e intentaban darnos un beso en la mejilla mientras decian "Que te ha traido Papa Noel, guau que chulo, ¿Es lo que querias, no?"
Nosotros compartiamos regalos y jugeteabamos con ellos.
Siempre habian un par de velas encendidas y la chimenea que chispoteaba y calentaba aquel maravilloso día de navidad.
Tras la apertura de regalos durante los abrazos los besos, las risas sonaban siempre aquellos villancicos tipicos alemanes "O tanenbaum", "Silent night"....
Aquellos villancicos que tan buenos recuerdos me traen.
Luego tocaba sacar la guitarra y ponerse a tocar villancicos y bueno que diablos todo tipo de canciones de los Beatles, los Rolling, canciones tipicas alemanas como "Gute Nacht Freunde" o "Lili Marlen" etc...

Ir a Madrid significaba pasar unos dias maravilloso en compañia de la familia, de los regalos navideños y de ese ambiente magico.
Del frio fuera y el calor dentro, de las luces navideñas y por supuesto de Pol que  también recibia su regalito.
Luego había una comilona maravillosa.
Y muchisimas cosas que no da tiempo para contar.
Digo yo que cada familia tendra sus anecdotas y sus maravillosos recuerdos que contar.
Y bueno supongo que eso es lo que importa los recuerdos. De todo lo que ha ido pasando durante tantas navidades los regalos se quedaron pequeños o simplente desaparecieron o se rompierón o dejarón de gustarme. Otros aún los mantengo con mucho cariño. Pero desde luego lo que guardo con más cariño son los recuerdos.
Esos viajes a Madrid, esos primos, esa familia, esas carreras detras del coche cuando nos teniamos que marchar, esa Calle Gacela Nº10 los villancicos, la chimenea chispeante, los jugetitos, las canciones, los abrazos, los besos en la mejilla, esos renos que surcaban el cielo, ese cascavel que una vez enconrté, los nervios y por supuesto esa campanita de Papa Noel y ese grito "HA LLEGADO PAPA NOEL CORRED"
Y eso es lo que probablemente sea la magia de la navidad, esa cantidad de recuerdos maravillosos.
Esos recuerdos que se recuerdan con nostalgia y alegría más que cualquier otra cosa.
Y esto no es un canto a Peter Pan y "El pais de nunca jamás".
No digo que quiera volver atras ni mucho menos, quiero seguir adelante. Caminando.
Pero quiero también que un día como hoy o un día cualquiera le pueda contar a mis hijos o mis amigos o simplemente a mi mismo lo maravillosa que es la navidad y que fue la navidad del 2011.
Aquel día en el que a pesar de no haber regalos si que hubo una familia maravillosa y un recuerdo de los que ya no están. POL. O simplemente una chimenea encendida, una cena, unos abrazos, unos llantos, unos villancicos, unas charlas sobre cualquier cosa, unas miradas presas de un mismo viento, el frio en la calle y por supuesto aquella campanita, la de siempre, la nuestra....

FIN

PD: Nose si proponerlo, pero creo que sería genial que cada uno de nosotros nos pararamos un momento y le regalaramos a alguien sin casa, o sin familia o sin nada simplemente un sincero FELIZ NAVIDAD mirandole a los ojos o danole un abrazo o como se quiera. Para que él también le cuente algun día a un buen amigo o a el cura que le da de comer o a si mismo que hubo una navidad en la que alguien se acordó de él.
Alomejor pudiera parecer que no os hace caso o que simplemente le da igual, pero estoy seguro que algún día se acordara y se sonreira.